conociendo el lugar

me acerque a la mansion que seria mi proximo hogar
Llebaba mi gavardina roja con mi sombrero . El dia estaba lluvioso y acababa de llegar
me acerque ala puerta para poder entrar en la mansion

alguien me disparo en el pie
me gire a toda velocidad ala vez que sacabaun revolver y dispare sin mirar
la bala le dio en el hombro a una bella mujer
- o disculpeme

me golpeo contra la puerta
- yo lo siento de veras aunque fue usted quien disparo primero señorita - si era educado alomejor evitaba mas disparos- ola mi nombre es angel encantado-dige estirando la mano

-como quiera pero yo voi a entrar por esa puerta quiera o no
me acerque ala puerta y la abri

LLegue al jardín, porque percibí un olor extraño, nada más pasar la sala principal, pegue un salto y sali volando, caí al lado de aquel vampiro, justo enfrente de Wen, flexione las rodillas y me puse casi en cuclillas apoyando los brazos en las piernas, mire al vampiro desafiante,ahora portaba una pistola en la sien.

Oh... Vaya... algún problema Wen...? dije imitando el tono irrespetuoso del vampiro.

Antes de que Wen se levantara, arqueé levemente la espalda y me acerque al vampiro mirandole fijamente a los ojos a muy pocos metros de la unica parte que le quedaba inmovil, la cabeza.

Vaya... así que el chico nos ha salido travieso eh... dije mientras liberaba una sonrisa malefica y lo miraba fijamente con una mirada asesina.

Deberias respetar a tus superiores sabes...? le susurre al oido de forma chulesca, aunque con un notable tono de advertencia.

Despues deje que se levantará, no dejaba de observarlo, esperando que por su bien , no hiciera ni dijese ninguna tonteria...

- vaya quien diria que te escucharia decir eso... como si tu fueras un santito uqe respetas a tus superiores..Ziven.- rode los ojos y me apolle en la gran puerta de madera- wen queria angel no es nuevo por aqui, solo que ha pasado un tiempo de retiro tras lo de su padre...- mire a angel y luego prosegui hablando- su padre era ese vampiro que siempre estaba junto al mio... su manos derecha por asi decirlo, quizas fueras demasiado joven para acordarte- explique a wen con una sonrisa

Escuché las palabras de Arlette y preferí callarme, con mas razón despues de mi comentario, permanecí callado, observe desafiante al vampiro por ultima vez y desaparecí de alli, usando la velocidad, me puse al lado de Wen y camine junto a ella hacia el interior del castillo, sin mediar palabra...

-es un honor que se acuerde de mi señorita arlete y gracias por su ayuda al aclarar todo esto

Ziven y Wen se retiraron sin decir palabra, mire a angel- como no acordarme de ti y de tu padre...- sonrei cordialmente- pense que ya no volverias por aqui... de hecho estaba pensando en mandar a algunos vampiros en tu busca- dije en un tono mas serio- sabes que la desercion esta penada en nuestro clan...- prosegui con mi tono serio pero a la vez calmado.

-lo se y aceptare mi castigo sea cual sea- sabia que no me iba a librar de mi castigo era una falta grave lo que abia echo

- tranquilo en honor a tu padre, por esta vez quedas perdonado, pero espero que sea la ultima vez, por que si se repitiera no sere tan benebola- adverti en un tono serio y gelido- al fin y al cabo se por lo que has pasado....- baje el tono un poco de voz acordandome de mi padre que seguia muy herido sin terminar de ponerse bien- tu habitacion esta intacta, nadie a entrado se cerro con llave cuando te marchaste y yo misma guarde la llave- explique aun echada en la puerta de madera

-gracias de nuevo aora si me permitis quereria ir a descansar a mi cuarto -le dige cogiendo mi bolsa - me podeis dar la llave señorita arlette

- por supuesto supongo que habras hecho un largo viaje...- rebusque en mis bolsillos- vaya debo tenerla en mi habitacion... si la guarde con el resto de las llaves- me di la vuelta para entrar en el castillo- si me acompañas te las dare en seguida- le sonrei y me adentre en la casa subiendo las escaleras hacia mi habitacion

Habitacion de Arlette

-voi detras de usted -dige ala vez que entraba con ella
acia tiempo que no entraba me sentia como en casa