Sangre inocente

El tiempo había mentido, lo que había parecido un día soleado se había tornado gris y oscuro, pero de todos modos la excursión no fue aplazada. Los niños de su clase junto con una profesora salieron al bosque a pasar el día, algo que a Jara no le convencía lo más mínimo y por ello rechazó. Estando en su casa sintió una punzada en el corazón, sentía que algo iba a salir mal por lo que salió corriendo hacia el bosque con su abrigo blanco y su arma escondida.

Sus pasos se ahogaban silenciosos en la nieve dejando huellas menudas mientras corría hacia el campamento, el jadeo de su respiración se mezclaba con el frío del ambiente y pequeñas bocanadas de aire caliente salían de su boca cada vez que respiraba.

Habia salido al bosque para asegurarme que los lobos no se sublebaban demasiado devia mantenerlos a raya, cuando un olor de humanos llego hasta mi, corri hasta que encontre a un grupo de...¿ niños? que hacian aqui? acaso no sabian que era peligroso? madre mia por que siempre era asi con los niños no lo podia evitar... un sentimiento de proteccionismo se instauraba en mi cada vez que veia algun niño, me oculte entre las copas de los arboles asegurandome de que estubieran bien, pues no creia que a las Bersekers y a los lobitos les gustara encontrarselos, y al ser solo niños no sabrian defenderse y yo no podia dejarlos a su suerte...

El campamento estaba cerca, podía escuchar a sus compañeros, parecía que todo iba bien, pero no, no era así, había comprendido que algo más estaba en el bosque, no se equivocaba, para algo que sabía hacer realmente bien en su corta experiencia como cazadora no iba a dejarlo escapar. Un vampiro, había cerca un vampiro, pero ¿dónde?.

Miró a su alrededor y entonces la vio, era una mujer y estaba mirando a sus compañeros, realmente no sabía quien era y desde el enfrentamiento con William era más prudente con sus ataques.

Segui al grupo hasta que paro un rato, quedandome en la copa de los arboles escondida de la vision de los niños, pendiente de cualquier cosa no humana que pudiera hacercarse, me sente en una rama dejando mis piernas colgando.

Mirando a los niños de jugar y reirse, sin poder evitarlo una sonrisa maternal se dibujo en mis labios, acompañada de una mirada tierna...

Era extraño pero no iba a atacarles, al menos eso es lo que creyó sentir, entonces ¿porqué un vampiro se presentaba en aquel lugar de forma tan pacífica?

Jara se acercó al grupo con un ojo puesto en la dama de la noche y otro en sus compañeros, pendiénte por así decirlo de lo que podía suceder.

- Jara, que sorpresa- dijo la profesora- no esperábamos que vinieras, ¿te ha traído tu madre?

¿Qué iba a decir?, asintió con la cabeza, no aceptaría que había ido sola por una preocupación que vió ser absurda,

Me parecio que una niña tenia los ojos fijos en mi, me sorprendio el hecho pues pensaba que estaba fuera de la vista de cualquier niño normal, aspire fuertemente, lo que sospechaba, un grupo de Bersekers andaba cerca, me puse de pie en la rama para intentar divisarlas, efectivamente estaban como a 600 metros de donde se encontraba el grupo, esto me preocupada ellas nunca eran pacificas y lo maximo que salvarian del grupo, seria a las niñas para convertirlas en una de ellas, me tense de golpe con la vista pendiente en ellas, eran solo tres asi que facilmente podria con ellas, pero estando tan cerca, temia por que sufrieran los niños...

Se habían recogido frente al fuego, genial una columna de humo para señalar el lugar en el que estaban con más precisión. Con su resignación oculta en su rostro de indiferencia la pequeña se acercó al fuego con los demás, ¿cuánto tiempo más deberían estar allí?, pronto se haría de noche y sería más peligroso, tal vez la vampiresa estuviera esperando ese momento. Jara la miró desde su asiento de madera, ¿eh?, había dejado de centrar su atención en el grupo para mirar el bosque.

Como muchas otras veces cerró los ojos y dejó que el ambiente divertido del resto de los niños abarcase otro plano, el bosque era lo que debía escuchar, pero su atención se había centrado demasiado en Arlette como para darse cuenta de lo que esta observaba, todavía le quedaba práctica y eso le inquietaba, estaban en la boca del lobo, ¿acaso no había lobos en esos bosques?, ¿podría ser?, había posibilidades, no estaba tan acostumbrada a cazar perros como vampiros por eso tal vez no los alcanzaba a escuchar con tanta facilidad.

Encendieron un fuego y anochecia, para terminar de mejorar la situacion, bueno o a lo mejor si la mejoraba porque tendria mi fuerza al maximo cuando se fuera el sol, ahora mismo mis fuerzas estaban bastantes menguadas.

Las Bersekers como ya habia imaginado, detectaron enseguida al grupo y el humo, pude ver como una de las Bersekers estaba apunto de saltar sobre el grupo agazapado cual leona en los arboles de enfrente, justo cuando pensaba saltar, salte yo a toda velocidad, para que no pudieran verme, solo vieron un borron que podia haber pasado por cualquier animal saltando de una rama a otra, me tire sobre ella tapandole la boca para evitar que gritara, tirandola contra el suelo, las otras dos me cogieron de los hombros tirandome contra un arbol haciendo algo de ruido, ahora venia la tarea dificil librarme de las tres, sin usar las pistolas para no asustar a los niños, las mire entre desafiantes y amenazadoramente, evitando que intentaran superarme para llegar al grupo de niños que se encontraba a mi espalda ahora, a menos de 20 metros.

Podía ser que el zumbido de las ramas al moverse hubiera alertado por fin a la profesora y mandó recoger el campamento, pero al parecer de Jara lo hacían muy despreocupados. Ella había visto a la vampiresa desaparecer rápidamente, que no pudiera moverse a su velocidad no implicaba que no pudiera saber dónde había ido, entonces las vio, tenían que darse prisa y se puso a ayudar a los demás para que recogieran más rápido.

Tarde, una de las tres se había dado cuenta del olor a niño y Jara que no había apartado la vista del bosque sintió que se acercaba, corrió hacia su mochila y sacó la ballesta automática apuntando sin vacilar a lo que vio ya se le echaba encima.

Unas diez flechas se abalanzaron sobre la bestia antes de que se creara el pánico y cayera mal herida al suelo, pero no muerta, no había preparado el arma para las bersekers, normalmente las tenía contra los vampiros así que solo la había herido.

- !Jara!- gritó la profesora viendo lo que había hecho y la niña le señaló la salida del bosque.

"Ahora se da cuenta" -pensó resoplando-" solo cuando le están mordiendo se da cuenta, estúpidos adultos".

Evidentemente eran tres contra una, y una de ellas consiguió superarme y avalanzarse sobre el campamento, oi a los niños de gritar e incluso a algunos de comenzar a llorar, tambien pude distinguir el caracteristico sonido de una flecha rasgando el aire, imperceptible casi para el oido humano pero no para el mio.

Ahora que ya se habian descubierto, no tenia por que mantenerme en silencio, saque mis dos pistolas rapidamente disparando simultaneamente solo una vez con cada una, acertando justo en el centro de la frente de ambas Bersekers, ahora debia darme prisa, el ruido de las balas junto al fuego y el rugido de la que habia sido herida en el campamento alertaria a los demas y seguramente tambien a algún lobito.

De un movimiento rapido, cogi a la berseker herida, ocultandola entre los arbustos de nuevo para terminar con su miserable vida fuera del alcance de la vista de los niños, despues sali de nuevo al claro.

- debemos salir de aqui, el bosque es peligroso- dije mirando hacia la profesora de reojo, fijando mi vista en la niña de pelo blanco que tenia la ballesta en la mano, la misma que habia logrado verme.

me acerque a toda velocidaz y aparte a un niño de el espadazo de un bersek ala cual mate rompiendole el cuello
-estas bien -le pregunte al niño el cual estaba en estado de shock pòr la adrenalina del momente
-arlette protege alos niños -dije al verla -yo me encargo de ellas -dige señalamdo a las bersekers que se acrecban
le entrege el niño que tenia en mis brazos y me adelante unos tres metros listo para luchar

Vaya había estado más dormida de lo que pensaba, la aparición de ángel si que había sido una sorpresa, Jara tomó la mano de la profesora y tiró de ella hacia el camino del bosque, por su parte el resto de alumnos les siguieron, dejó que la profesora les adelantase y empezó a contar a sus compañeros, al parecer estaban todos bien.

Miró de reojo a Arlette y se acercó ayudando al niño que esta retenía en sus brazos, probablemente un vampiro le asustase también, no conocía las verdaderas intenciones de la mujer, pero estaba segura de que no iba a fiarse de ella así como así, le apuntó con la ballesta mientras tendía la mano en señal de que le entregase a su amigo. Su cara permaneció impasible ante el frío rostro de la dama nocturna, al fin y al cabo no era la primera vez que se enfrentaba a uno de su raza.

saque mi katana y prepare para salir disparado-arlette entregale el crio y sifguelos de cerca por si acaso se les ocurren tenderle una envoscada -dije sonriente -tranquila ella nunca le aria daño a un niño pequeño-dije para tranquilizar a la niña de la ballesta
en ese momento salte acia las bersekers dispuesto a matarlas.ala primera le corte la cabza y a las otras dos les di un puñetazo tirandolas ala suelo

Angel aparecio como de la nada- ni se te ocurra terminar con ellas aqui, traumatizarias a los niños, entra en el bosque- le dije a Angel, tomando al niño entre mis brazos con ternura- tranquilo no ocurrida nada, ya estas a salvo- le susurre tranquilizadoramente, me agache para ponerme a la altura de la niña y dejar al otro niño en el suelo- se que no eres como el resto de niños, supongo que eres una cazadora, pero debes confiar por esta vez en nosotros, sacalos del bosque, y no dejes que miren hacia atras, entendido?- dije mirandola con dulzura pero sin atreverme a tocarla ni a ella ni al otro chico, pues mi piel les resultaria demasiado helada al tacto.

Sin estar muy convencida de que Arlette fuera tras ella, cogió la mano del pequeño y tiró de él para que le siguiera. La ballesta sonó, estaba cargada, solo porsiacaso, en momentos como aquel era cuando el bosque parecía más grande de lo que en verdad era. Por suerte para ellos dos las ramas más ásperas de los árboles estaban más arriba de sus cabezas y solo tenían que preocuparse de esquivar las raíces.

Sentía a la vampiresa cerca de ellos, la ballesta seguía cargada, Iván- el niño- parecía perplejo por todo lo que estaba pasando, pero se sintió mejor cuando alcanzaron al grupo y pudo salir de allí con el resto.