La jaula del perro

Los cazadores llegaron con ambos cuerpos de el vampiro y la pequeña, al vampiro lo tiraron, asotandolo contra el suelo y al a chiquilla tambien, los vampiros en armadura Murdok los condujeron a una pequeña oficina donde les pagarian mientras que cinco guardias llegaban, dos de ellos cargaron el cuerpo de los brazos, arrastrandolo por el suelo, dejando un camino de sangre mientras que uno mas cargaba a la pequeña, los dos restantes eran mera escolta, los cuales llevaban ballests y espadas, los Murdok eran muy teatrales en su forma de pelar.

LLegaron a el calabozo, eran dos celdas bastante separadas e increiblemente pequeñas, pero echas de hacero bastante grueso que nadie podria romper con la mano ni doblarlas, habia un panel de control con camaras de seguridad y un vampiro armado tambien, el cual presiono los botones que abrieron ambas celdas. a la pequeña la dejaron cuidadosamente, mientras que al vampiro lo arrojaron violentamente, primero a la pared y luego al suelo, una ves ahi sacaron sus ballestas y le dispararon en los brazos y piernas, claro, antes de todo esto los desarmaron y les aventaron ropas de prisionero, meros trapos.

- Lord William querra verte perro- dijo el guardia riendo y saliendo de ahi

Mi visión fue siendo recuperada, siendo golpeado a base de dolorosos azotes siendo posteriormente arrastrado por unos pasillos llegando a unos modernos calabozos los cuales los miré con desinterés, dado que mi cuerpo estaba totálmente débil mientras alguíen me colocaba unos grilletes en las manos.

El dolor se me intensificó cunado recibí sendos golpes uno contra la pared del calabozo y otro contra el suelo, sintiendo como me arrebataban mis preciadas armas haciaendo uso de ellas contras mis extremidades profiriendo un fuerte grito de dolor mientras prácticamente me arrancaban la ropa.

Mi mirada se incoorporó mirando con mis ojos negros debido a mi debilidad pero con furia a aquel guardia manteniendo aquel tono burlesco en mi voz:

Dile a tu amo... que yo ya le vi demasiado ese careto que tiene de no dormir durante una semana...-dije en tono debil pero burlón

- ah, la arrogancia humana, realmente me das pena.....abran la cubierta- dijo mientras las puertas se cerraban, dejando a el cazador en completa oscuridad, el techo se comenzo a abrir, revelando una ventana de cristal que al mismo tiempo revelaba la luz del sol pegando directamente con el vampiro, no tendria su efecto total porque las ventanas rebajaban la luz con una capa anti rayos ultravioleta, pero si causaba dolor y ardor

Off: segun las características de los vampiros que bien ponen en las razas nos puede dar la luz del sol aunque pierden algo de su poder, pero bueno como está herido... le afecta más...


Notando la luz del sol en mi cuerpo, comencé a chillar de dolor, la luz se filtraba por mis heridas causándome un gran daño a pesar de todo, mis gritos se escuchaban en lo profundo de aquella mansión mientras se escuchaban maldiciones hacia aquellos vampiros mientras vi fugazmente el rostro de mi hija:


¡SACAAAAAD A MI AAAAAAH HIJJAA DE AQUÍII... NO QUIERO QUE VEAA ESTOOO!-gritaba entre grandes chillidos de dolor.

Off: Lo se, sinembargo esa es una habilidad (segun el libro de Cromwell) que se desarrolla conforme los siglos pasan, al principio les hace daño, y bastante..



- Ah? no quieres que tu hija vea esto?- dijo sonriendo mientras el que estaba en el control transfirio el sonido de los gritos de Lucanord a la celda de la pequeña, poniendo el nivel del volumen al máximo - entonces....perro, ya sabes tu lugar? ya sabes dar respeto? o quieres que...te iluminemos la mente?- dijo en una risa burlona

¡MI LUGAR ESTÁ EN LAS CALLES!-decía-¡EL RESPETO ME LO GUARDO PARA QUIENES ME RESPETAN!-seguía gritando de dolor por aquello-Y MI MENTE LA DEJAS COMO ESTÁ...

Apenas reconoció el camino de ida hacia el castillo ya que iba sino dormida del todo abriendo los ojos de forma muy escasa. Para cuando empezó a sentir de nuevo se vio encerrada en una celda y el frío se había apoderado de su cuerpo. Alzó la mano y se topó con uno de los barrotes al que agarró intentando incorporarse, hecho que a penas pudo siquiera pensar y dejarlo pasar.

Entonces escuchó el grito de su padre no muy lejos, para cuando descubrió donde estaba sus ojos se abrieron horrorizados, lo estaban exponiendo al sol aun sabiendo que era un vampiro y lo que podría significar eso. Alzó la mano intentando llegar a la otra celda, lo cual era imposible mientras a penas veía por la cantidad de lágrimas que brotaban de sus ojos.

- Ah veo que han empezado sin mi, me alegro - dijo William bajando con seis guerreros de élite como escolta, riendo al ver por la rendija de la puerta como gritaba - lo siento señor, pero no se comporta, y a los perros desobedientes se les castiga- dijo el guardia sonriento y luego William rio - bien, dejen que los rayos totales del buen sol le iluminen, no morira, pero se reira un rato- dijo mirandolo sadísticamente mientras que los cristales protectores se abriaan, dejando que el sol le llegara en pleno

Yo no me enteraba de lo que había fuera, escuché la voz de Willian... mientras el protector solar dandome el sol de lleno, empezando a gritar de sobremanera, aquello dolía... aunque poco a poco iba acostumbrándome a la luz del sol... debía ser la sangre de Arlette.. dado que ella era la que me había mordido...

Seguí gritando aunque aquello cada vez dolía menos... pero aun escocía, mis heridas se habían cerrado casi por completo... empezaba a recuperarme poco a poco.

En un intento de ayuda a su padre- claramente en vano- Jara se aferró a los barrotes y los trató de mover dando golpes contra ellos, si hubiera podido hubiera gritado, pero para su desgracia el único modo que tenía en ese momento de soltar su rabia era de ese modo tan poco productivo.

Se sentía impotente ante aquella situación y eso le ponía de los nervios, necesitaba hacer algo. Entonces llegó William y no pudo más que odiarle con sus ojos casi blancos sobre todo cuando abrió la ventana para que el Sol impactara de pleno sobre su padre.

- Suficiente, dejemosle que repose la luz del sol, le daremos el suero, le interrogaremos y despues lo echaremos a la basura- dijo mientras los otros vampiros se quedaban firmes atras de William - bien cazador, te doy la bienvenida a tu jaula, aqui es tu lugar como el perro que eres, ahora, te encargare algo y te dejare ir, si completas esta misión te regresare a tu hija sin daños, completamente sana y humana, en caso de que falles o intentes hacer algo, tu hija cargara tu maldicion pero llevara sangre Murdok en sus venas - dijo sonriendole sádicamente, - aceptas o tendremos que ejecutarte a ti y a tu hija?- dijo mientras los vampiros apuntaban con sus armas a ambos - estas ballestas estan cubiertas de sangre de muerto, dos disparos a tu cabeza y corazón seran suficientes para aniquilarte, y no hablemos de tu hija- dijo sonriendole sádicamente

No me quedaba otra... la vida de mi hija estaba siendo llevada por una decisión bastante complicada... si hubiera estado solo ya habría rechazado, pero era la vida de mi pequeña... ella no tenía culpa de nada... ni quería que la matasen ni aun menos que la convirtieran en una vampiresa... yo no lo había elegido, no quería que ella le pasara lo mismo, así que incorporándome lentamente del suelo de la celda quedando de rodillas asentí con mi cabeza levemente:

Acepto... no me queda otra que aceptar--dije suspirando levemente cerrando mis ojos.

- tendras que capturar a Wendoline o a Angel del clan Bairus, despues de eso lo traeras aqui y te encerraremos denuevo, despues de que acabemos con los vmapiros dejaremos a tu hija libre pero aun discutiremos lo que aremos contigo- dijo sonriendole macabramente - si se porta mal latigenlo- dijo sonriente mientras alguien llegaba con un latigo de puntas afiladas - cuando salgas saldras como estas, no te devolveremos tus armas, y al salir todos los vampiros de las murallas te comenzaran a disparar, sugiero que te apresures- dijo cmainando hacia la celda de la pequeña, mientras el techo d ela de Lucanord se abria, denuevo dejando entrar la luz del sol pero dandole la oportunidad de irse

Aquello había sido por su culpa, en un intento de ayudar a su padre había torcido las cosas hasta ese punto, si fuera más mayor estaba segura de que no hubiera sido un estorbo, mientras escuchaba las condiciones de William se iba sintiendo más culpable. Tenía unas ganas horribles de ir con su padre o de gritarle que lo sentía, que no le importaba que William le convirtiera, porque con su edad sería entonces el estorbo de los Murdok, una vampiresa con el cuerpo de una niña de ocho años necesitaría siempre la atención de los demás y el no tendría que meterse en más líos por su culpa.

Miró como William se acercaba a su celda y entonces retrocedió hasta el final de esta y devolvía la vista a Lucanord, aquello era un verdadero desastre.

¿Capturar a Wendoline o a Angel... a cambio de la libertad de mi pequeña... no me era muy grata la misión, pero tampoco me era imposible...

Girándome hacia la puerta viendo que me dejaban vía libre empecé a correr como núnca antes lo había echo para salvarme a mi mismo y así poder salvar a mi pequeña.

Llegando a las plantas superiores saliendo al exterior por unas de las ventanas, corrí hacia los muros de esa mansión mientras estos me disparaban a bocajarro, casi acribillandome dejándome bastante herido pero logrando saltar el muro, sin poder decir que era libre... no lo era...

Habia notado que la peuqeña no hablaba, por lo que decidio jugar con ella, sonrio y abrio la celda y entro con ella, agachandose para verla, ahora dedicandole una sonrisa carismatica, tierna y hasta paternal, no movio sus labios, sino que le hablo desde su mente - dime pequeña, cual es tu nombre? como alguien tan diminuto puede tener la fuerza que tienes?- decia sonriendole, esperando que si no hiba a poder escuchar la voz de su pensamiento, que almenos escucharia la voz de sus pensamientos

Una polilla entró en la celda por el mismo lugar por el que había visto desaparecer a su padre, todo con tal de no mantener la mirada fija en William, ya era suficiente que pudiera hablar con la mente como para encima soportar la llamada atracción del vampiro.

Suspiró cansada, el haber estado toda la noche despierta también pasaba facturas. Acuclillada como estaba sacó su mano zurda del bolsillo y hundió el dedo en la tierra de la celda para escribir su nombre al revés desde su perspectiva, pero coherente con la posición del vampiro. Cuando hubo terminado se dignó a mirarle, realmente no sabía muy bien a que se refería con fuerte, le había encerrado, para ella eso era un fracaso que tardaría en tragar.

sonrio al ver que hacia esto entonces le hablo mentalmente denuevo - Un placer en conocerte Jara, sabes? te dire un secreto, la verdadera razón por la que tu estas aqui es porque yo deseo hacerte mi protegida, no convertirte- dijo sonriendole y luego incorporandose, ofreciendole una de sus manos y haciendo que los guardias se quitasen - esta celda noe ra para ti, solamente fue para dramatizar un poco el momento, discupla si te moleste- dijo sonriendole aun tiernamente - te llevare a una habitacion mas presentable- dijo sonriendole aun

Ja!, no iba a fiarse de él tan fácilmente, en el fondo sabía que pretendía engañarla, ni al principio se había fiado de su propio padre como para ceder a una sonrisa enmascarada de un vampiro que ya había probado su sangre. Se llevó la mano a la herida del cuello y le miró con rostro enfadado, la práctica de primero atacar y luego preguntar no le gustaba demasiado.

Se encogió más en la celda y hundió la cabeza entre las rodillas para cerrar los ojos. No, Jara no acostumbraba a fiarse de nadie solo porque pretendiera mostrar buenas intenciones, al fin y al cabo ya había visto lo que William era capaz de hacer con los demás y no necesitaba que la protegiera de nadie, de eso ya se encargaba su padre y por su culpa ahora estaba sola.

- me pregunto como es que tu padre entonces te proteje, mira el trabajo que ah echo, mirate donde estas, atrapada por su incomptenecia, te sere honesto yo hiba solamente por tu padre, pero tu presencia me abrio los ojos a una oportunidad que no debe ser desperdiciada como un vástago cualquiera con tu padre, en estos momentos le eh enviado auna misión suicida, Arlette no le dejara hacer nada de lo que le mande hacer y sus vmapiresas le mataran.

- ademas que prefieres? una habitacion calida y cómoda o una celda fria estando a la merced de mis guardias- dijo mirandole seriamente - no te estoy preguntando, no tolerare ver a una niña en una celda, si te pones necia tendre que aplicar las medidas que tome antes-

Jara miró hacia el techo, a pesar de las telarañas y del olor a humedad de allí abajo se sentía mejor así, no sabría como explicarlo, sabía que si su padre volvía el primer sitio en el que la buscaría sería en el ultimo lugar en el que la vio, el marcharse de allí solo se lo pondría más difícil y confiaba en que Lucanord volviera a por ella.

Suspiró, si William no hubiera sabido que era su hija la hubiera matado sin miraciones y ahora su padre no tendría que estar pasando por todo eso, ¿dónde había dejado la razón?, ¿de que le servía aquel maravilloso coeficiente intelectual si no aprendía a guiarse menos por los sentimientos?

Se levantó cerrando los ojos con fuerza pues se mareó por la pérdida de sangre y el cansancio en general, de todos modos no iba a aparentar más debilidad así que aun viendo zonas borrosas siguió a William fingiendo naturalidad y no sin echar un último vistazo apenado a la jaula en la que había estado encerrado su padre, como asegurándose de que realmente había estado allí.

Sonrio maléficamente, no por nada, siempre sonreis asi, la condujo hasta una habitacion subterranea, esra una bella pieza victoriana con los lujos de una prinscesa, sonrio y le dejo pasar - Jara, eh enviado un mensage de que te torturare para recuperar a mi vampiresa, puedes descansar sabiendo que no lo are, esta en el credo Murdok y en mis pricipios que torturar a alguien tan pequeño en especial tratandose del sexo femenino no es aceptable- dijo sonriendole y dejandole pasar - si requieres algo dicelo al guardia- sonrio y entro - bien? te gusta?-

Jara se encogió de hombros, aquel lugar olía a cerrado, por muchos lujos que hubiera supo que no era más que otra jaula con un bonito decorado. "Díselo al guardia, o aquello iba con recochineo o ya se le había olvidado que no hablaba."

Se giró hacia William una vez hubo entrado en el cuarto y le miró pensativa, señaló una de las plumas del armamento del guardia, necesitaba algo con que escribir y algo donde hacerlo, aquel suelo no era tierra fácil de mover.

Entro y abrio el cajón del escritorio, dejando ver varios papiros y tinteros, sonrio y luego sus emblante fue serio - tu padre capturo a una de mis vampiresas, no tolerare esto, lo siento Jara pero en la guerra lo que me importa es ganar, si es necesario te convertire y are que tu sufrimiento aplaque a tu padre si es que deverdad te quiere-

Jara no necesitaba explicaciones, sabía que el mundo adulto se basaba en el ojo por ojo, a cada cual se hacía más daño posible por lo que lo único que hizo fue dedicarle una sonrisa inocente al vampiro, esperaría, sabía que su padre vendría a por ella, era de lo único que estaba segura en esa vida.

Se sentó entonces en el escritorio y cogió una de las plumas para empezar a escribir con caligrafía delicada y elegante.